jueves, diciembre 25, 2008

Año nuevo...

Te vas unos días, como de costumbre, con toda la tropa... Aquí nos dejas, a nuestro aire... Pero por supuesto, nos dejas faenilla: saludos, para todos, de tu parte... Volverás en un par de semanas (menos, en realidad), y será otro año, y todos seremos muuuuucho más viejos. ¡Hasta ahorita mismo!

jueves, diciembre 18, 2008

Cúlpese a Tom Waits

Jueves, 18 de diciembre de 2008

Inicio de Swordfishtrombones, de Tom Waits. Piano suave, a la espera del desgarro…
Quizá así tú, secundando las notas del bajo, al fondo… Detenido, escuchas.
Detenido escuchas
y delineas los silencios intermedios,
que son los tuyos,
los que habrán de ser leídos…

(Segundo tema del disco… Arranca la voz que despega del barro lascas de piedra tallada en vivo y afilada…)

…los que habrán de ser leídos
como salmodia siempre interrumpida,
cuidadosa ocultación de tu propio
vacío.

Así el poema del circunloquio
y la promesa de tintas
en romería,
piel erizada al fondo y sugerencia
de desvíos no previstos
en la palabra empeñada.

Un poema entre los muslos y a la espera,
tal vez desafiante
y recostado sobre las trancas
del OK Corral de tu memoria.

Deseabas descorrer la claridad del velo
sobre tus deudas de voz aprisionada.
Deseabas ser tú hecho palabra

-orgullo del dios al que aspiraste
entre carcajadas y sustancias convenientemente
psicotrópicas sin duda y fundadoras
de espejismo permanente-

modulada
con delicadeza
de oráculo quisiérase omnisciente y más o menos mesentiende, tanto y cuanto explícito y creador de certidumbres inflexibles…

Deseabas
el tacto de la carne
y el aroma de la fruta recién cortada del mandarino de tu jardín: cuatro piezas que has colocado en el cajón de la nevera (sí, ya sabes que así pierden sabor, pero es que te gustan fresquitas), tal vez para compensar la compra con la que has regresado a casa, alubias verdinas con langostinos y solomillo de ibérico con setas para el próximo sábado, Elías Mora, de Toro, y Guitián, de Valdeorras, para los entrantes diversos…
Pasarás el sábado cocinando, y comiendo, y bebiendo con los amigos, y el domingo haciendo lo mismo, con la familia,

y entonces, ahora,
Tom Waits y tu deseo de delirio
tronante
y explosión de secreciones,
humedades,
y rastros oscuros de la tinta
entre tus dedos
que fueron muslos encendidos…

jueves, diciembre 11, 2008

Apresuradamente

Martes, 9 de Diciembre de 2008

Te has traído la libreta húngara número 1 a la cocina. Has vuelto al salón a por las gafas de leer. Te sientas, escribes (hace algún tiempo hablabas con nosotros… ahora sólo escribes, ensimismado, nos dejas observarte, intercalar comentarios, hacernos la ilusión de que somos nosotros los que hablamos…) y vigilas las judías verdes (hoy, jueves 11, te enteras de que un alumno –por llamarlo de alguna manera- ha ido diciendo por ahí que tú has dicho que judíos y gitanos son lo peor de lo peor, mira por donde las asociaciones léxicas… contento te tienen…), que cuecen a su aire sobre el fuego.
Estás harto de corregir infames exámenes de 1º y 3º de la ESO, y algo menos infames exámenes de 1º de Bachillerato. Evaluación antes de vacaciones y, como casi siempre, constatación del fracaso. No del tuyo, que también. Quizás tampoco del suyo, aunque de eso haya bastante… ¿Y qué le haremos? En fin, este rinconcito del año, siempre tan simpáticamente deprimente…
A la espera de comilonas y absorción pausada de buenos vinos festivaleros, justificas quizá tu poca actividad “posteadora”… Unes al trabajo tres ensayos semanales de teatro, dos como director escolar y uno…¡como actor! (digno de verse ha de ser eso…). Días, pues, de apenas parar en casa… Y Sofía, que se queja de que la atiendes poco…
Pero rondamos siempre por tu cabeza, y las palabras, a veces, te asaltan desde la ducha, o a mitad de clase-combate lanza en ristre… No nos olvidas, nos dices, ahora sí levantando la cabeza y moviendo los labios…

martes, diciembre 02, 2008

Y otro final, por si acaso

Martes, 2 de Diciembre de 2008

Creías haber rematado el asunto Enriquemolinesco, y sí, el personaje efectivamente desaparece de tus cuadernos, pero casi diríamos que se reencarna en nuestra voz, que te da cuerpo a ti, o a él, o a nosotros, para fijar en el tiempo este curioso tránsito de un verano entero en tres etapas…

1ª ETAPA

2 de julio de 1990
Supongamos que todo empieza de nuevo, cuando te falta una semana para irte a Islandia, donde los desiertos y los glaciares te prometen imágenes de génesis, de inicio, de otra primera vuelta de tuerca.
Tal vez sea demasiado pedir, ahora que crees saber que todo es comienzo y final a un tiempo, pero quieres ceder a la ilusión, igual que te aplicas disciplinadamente en la escucha de Mozart, igual que te impones esta calma en la tormenta, cuando probablemente tormenta y destrucción serían la vía adecuada para un más cierto punto cero.
Esperas encontrar formas y símiles de la nada, y respirar a su ritmo.
Esperas, realmente, encontrar los paisajes y los días de la tabla rasa.
Esperas reinventar las letanías del silencio.
¡No intentas siquiera leer las sagas que pueblen de fantasmas tu imagen islandesa!
Te mueves torpemente en premoniciones apenas apuntadas con palabras de sin-norte casi conmovedor… si no fueras tú mismo el sujeto a conmover, demasiado habituado a esta función de doctor Watson (de pacotilla, por cierto) ante la vaharada de opio y violín, de fuga e intermezzo.
¿Crees poder encontrar un nuevo lenguaje: desterrar lo barroco y pedantesco, lo fácil, gratuito y atonal, lo excesivo y jeroglífico?
No, no lo crees. Quizás sí apuntarte, por fin, al silencio y al lugar en que fundar la inmovilidad de la calma.
Mientras tanto, cuando aún no viajas, esperas. Que llueva el maná, que te salven, que regrese la era de las crucifixiones. (¡¿¿Qué vuelva Julia contigo, con él, con quién sea??!). Sólo por ti y para ti, que tanto ya –sospechas- te lo mereces. Por el deseo morirá el pez, en la asfixia, te recitas, te repites, te salmodias, feliz en el juego de la espiral retozona.

Lo real trata educadamente de no asomar la nariz en tus palabras. Lo real debiera ser carne de olvido, si tú no quisieras ser siempre precisamente tú, y prestarle voz, educación sentimental, sueño rosado y añoranza del paraíso.
Fuera del paraíso, ¿quién no desearía la voz de uno cualquiera de entre los poetas, siempre da igual cuál, uno cualquiera? De esos que no cesan de decir yo. Preferiblemente románticos, claro, preferiblemente más o menos británicos, claro. (Y, por supuesto, nunca dio igual qué poeta fuera… pero esas cosas las aprendimos algo más tarde, claro).

2ª ETAPA

“Prefiero romper el rito y hoy, 22 de julio, proseguir la hoja comenzada, sentado en una silla de playa, al alcance el cielo y sus nubes torturadamente pictóricas, aquí, en Skutustadir (Islandia, claro).” (¿Quién de todos nos robó aquí la voz? ¿Acaso el mismo que, más abajo, prosigue?:…)

3ª ETAPA

“Y por qué no seguir, ya no en Islandia, pero sí con rotulador made in Japan comprado en Reykiavik: yo y los objetos nos desplazamos en el espacio-tiempo a renglones-luz, visto y no visto, centímetros y toneladas.
Para hablar, por ejemplo, de la experiencia. Así, en abstracto. O de los cubitos para hacer castillos de arena. Castles in Spain.
O para no decir nada, en la tarde de sábado y aburrimiento frente al ventilador.
O para contar historias de musas, pasiones, literatura, grandilocuencia. ¿Para practicar el saque-volea con la escritura? O el yo-también-quería-escribir-en-primera-persona (¡del singular!): tal vez hubo un tiempo para convertir la experiencia en literatura. Pero la experiencia conducía sin demasiados remedios al deseo de plácida mudez, sin los vértigos del alfabeto. Al deseo de seguir leyendo el libro comenzado."