martes, abril 22, 2008

Comillas

“Me dan ganas, muchas veces, de abandonar el anonimato de los plurales y las vagas terceras personas para aparecer aquí, yo, solo, individual, e iniciar el ansiado streep-tease de las pieles acumuladas y la diversificación de las conciencias. Tentación que la pereza suavemente reprime para devolverme al redil del anonimato colectivo.
Si robo, pues, mi propia palabra, debería ser para anunciar revoluciones aplazadas en la palabra cautiva, liberación final de prisioneros cubiertos de telarañas y ocultaciones, apertura definitiva hacia los mundos donde las lenguas desatadas se expanden sin límite ni medida ajena al yo triunfante.
Sea, pues. ¿No podré cerrar entonces las comillas, prudentemente situadas al principio para guardarme las espaldas? ¿Las eliminaré, bloqueando entonces la posibilidad de la retirada descaradamente vergonzante? Tiempo hay para decidir. Disfruto ahora del espacio en blanco, procurando purgar la ansiedad inevitable: ¿qué dicen los seres libres? ¿Plantan su status de personaje boquiabierto como una bandera sobre el correspondiente cráter lunar? ¿O se agarran al espejismo de la afirmación tajante:
YO ASESINÉ A HÉCTOR
Y ME ACOSTÉ CON AURORA
en la que engendré correspondientes y metafóricos hijos de Satanás? Un tipo majo, por cierto, ese del tridente y los cuernecillos, algo juerguista y bebedor, pero buena persona al fin… Y sí: la sandez propia no deja mucho margen para el miedo ajeno (¿?). En defensa permanente contra uno mismo, salen de rositas los verdaderos culpables del desastre: los otros, siempre los otros. ¿Alucinado consumidor de estupefacientes diversos? El buen vino corre por mis venas y saluda al sol de las gracias que os damos por los alimentos recibidos, dios Héctor, diosa Aurora que creaste en mí el deseo de acariciar tu nuca hasta el éxtasis del vello erizado y el combate de las espaldas arqueadas…
Esperaré pues vuestras respuestas, como quien espera la lluvia que anuncia el principio de cualquier cosa. Paraguas a mano, por si acaso. Cierro comillas”.

3 Comments:

Blogger Margot said...

Si ya sabía yo que las comillas no, que las comillas me asustan con ese enfásis que suelen ponerle a todo, por ese encerrar dentro y dejar fuera, esa marca duplicada por cuatro en el papel y encima sobre el texto... parodiando a dios? siempre desde arriba, mirando con ese ojo líquido que...

Aunque si sirven para liberar, iniciar streep-tease personales, bienvenidas sean, no?

Entre combates y camas se dirimen los juegos, señor guerrero. Y si te contestan nos cuentas... harás el favor?

Besos (no me atrevo a ponerlos entre paréntesis pero ganas me dan. Es que vas provocando, Cronopio!)

4:19 p. m.  
Blogger Isa Segura B. said...

No sé , no sé, quizá las comilllas turben el sentido de Héctor y Aurora, sobre todo si les regalas un streep-tease en toda regla (con música espero... you can leave your hat on...)
En cualquier caso, m parece una buena precaución abrir el paraguas, no vayan a llover vergüenzas, ojos y culebras.
Un abrazo.

9:35 p. m.  
Blogger Cronopio444 said...

Es lo que tiene, Marga, las comillas permiten el regreso al mundo desencomillado... Te mantendré al tanto, of course... Y yo sí, yo si me atrevo: ¡Besazos entre paréntesis!

Streep-tease con paraguas, Isa, una nueva modalidad... ¡Por originales que no quede! Abrazo con comillas turbadoras.

5:41 p. m.  

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