sábado, abril 14, 2007

De vuelta








Te habías despedido a toda velocidad, amago de desaparición misteriosa que habría de ponernos tras tu pista, lupa en mano, gorra a cuadros, huellas de pisadas resaltadas en tinta negra sobre la viñeta de cómic y pipa humeante. Te seguimos, como siempre, y te encontramos, y nos instalamos en el hueco que nos tienes reservado, tantas veces el del silencio, el del no puedo, estoy ocupado, tengo otras cosas que hacer, no os creáis tan importantes, he pasado tanto tiempo sin vosotros, añorándoos, es cierto, deseando vuestra presencia, es cierto, pero sin vosotros, sin el espejismo del doble que te acompaña, te alecciona, te permite ilusiones vaporosas que ninguna otra actividad logra sugerirte, diálogo entre tú (¿yo?) y nosotros (¿vosotros?) que te trastoca las querencias y las decisiones inamovibles, para dejarte de nuevo perplejo, dubitativo, carne viva de la pausa que te impones para observarte y hablar de ti contigo mismo, a ver si pones algo en claro de una vez y aunque sea para un rato, ese de la tranquilidad y el suspiro de alivio.
Las actividades y preocupaciones de la vida real te habían alejado de este espacio imposible en el que tan a menudo constatas simplemente que estás, que puedes juntar palabras y ponerlas a nuestra disposición, muchas veces sólo para recordarte que existimos, que puedes hacerlo, que somos una opción. Hablar para no decir nada, nada comprometedor sobre todo. Hablar, y escucharte, y fingirte vivo. Y es cierto que hay apartados secretos en tu mera experiencia de cronopio caído sobe el mundo para perderse en él, pero a esos no te refieres nunca más que de pasada, para sugerirlos, para hacerte el interesante, para aliviarte un poco del peso de la certeza: no son secretos agradables, no son dignos de lo que esperas de ti desde que tienes uso de razón, megalomanía aplastante que cultivas con espíritu deportivo y cansancios perpetuos, rey sol en tu círculo privado y vacío, a la espera de milagros vitales que resuelvan el enigma que ni tan siquiera nunca te planteaste.
Alguna vez te da la impresión de que tendrías cosas interesantes que contar, y te presentas ante nosotros serio y concentrado, dispuesto a largar por esa boquita cual fuente de inspiración a borbotones, y detallado mapa de tu tesoro verbal repleto de hallazgos súbitos e historias memorables… Ya lo sabemos (y tú también, claro, y nuestros fugaces lectores…): te cansas enseguida. Por ello este refugio. Por ello esta intermitencia. El esfuerzo cotidiano precisaría un proyecto, un querer llegar a algún sitio y tú, simplemente, caminas y miras hacia dentro, ególatra, demasiado despreocupado del mundo exterior como para querer acceder a él, hacerte comprensible, transmitir ideas, ocurrencias, sucesos… De ahí tus fugas, tus reapariciones, tu pereza.
Demasiado peso sobre nuestros pobres hombros…

7 Comments:

Blogger Liamtxu said...

Como diria alguien que conozco "soy amplio, contengo multitudes". Besos de bienvenida para todos.

9:54 p. m.  
Blogger Cronopio444 said...

Lo malo es cuando las multitudes se convierten en una sola, gregaria, violenta y peligrosa...
Besos, absolutamente individuales, en este caso...

9:42 a. m.  
Blogger Margot said...

Tú dale las vueltas que gustes a mí me basta con saber que estás ahí, aquí... en tus intermitencias, en tu refugio. Y te fastidias con el peso porque resulta que al resto aligera... ey! solidaridad se llama eso!!! jeje.

Besossssss dando palmaditas, achupé, achupé, sentadita me quedé!!

(Yupi!!!)

5:00 p. m.  
Blogger Fortunata said...

para un poco y date un baño en el mar...tu que lo tienes cerca.... que velocidad tomaste.
Besos

2:32 a. m.  
Blogger Cronopio444 said...

Pues aquí seguiremos, todos, solidarios a más no poder, margotilla. Por cierto, aprovecho esta vía para comunicarte que ya llevo dos intentos de mail devueltos por el daemon ese de las narices. ¡Seguiré intentándolo! Besos titiriteros, por ejemplo...

Intentaremos parar en algún momento, fortunata, pero lo de los baños en el mar, mejor lo dejamos. Soy poco amigo de inmersiones playeras: prefiero pasear, contemplarlo, escucharlo... y buscar una buena sombrita después, a ser posible con vermutito y algo de picar... ¡Marchando! Besos

7:57 p. m.  
Blogger MaLena Ezcurra said...

Una mochila pesada de mas, ganas de rebolear todo.

Desnudos de desatinos, tan lejos, tan cerca nuestro.

Besos de viernes ventoso.

8:33 a. m.  
Blogger Cronopio444 said...

Malena, que bien verte por aquí, nadavolando, cerca lejos, mochilas, despropósitos y mil variantes siempre incluidas en nuestras idas y vueltas. Enormes besos, bien próximos...

8:20 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home