jueves, octubre 11, 2007

Colombia-y4

Domingo, 10 de Octubre
Puente en la Comunidad Valenciana. Breve salto a Extremadura. Desde tu sillón de las siestas estivales, te sigues acordando de nosotros, y juegas con los últimos coletazos colombianos. Habría más que decir, sin duda, pero irán saliendo detalles y paradojas de su escondite sin necesidad de monografías que parecen bloquear el movimiento en la memoria del amable deambular veraniego, ahora que la pelea otoñal se reaviva y los brazos partidos van absorbiéndonos el tiempo a marchas forzadas…
Has dicho muy poco del Quindío, del antiguo Eje Cafetero que fue viendo cómo la guerra de precios acababa con el negocio, reconvertido ahora (parcialmente, claro: aún quedan grandes extensiones de cafetal) en platanales y turismo: viejas haciendas transformadas en hoteles rurales, parques temáticos para las familias colombianas con posibles, que acuden en buen número al reclamo. También vosotros. La naturaleza desbordante se sobrepone a todo, y la sombra infinita de las palmas de cera del Valle de Cocora se te viene a menudo a la cabeza, en la nostalgia del camino que seguramente nunca podrás hacer hacia las cumbres de los Nevados. Parajes apenas sugeridos por lecturas y deseos que quedan ahí, fantasmillas irrealizados que se asoman a tanto proyecto, capaz de llenar vidas completas de unos cuantos de nosotros…
Cartagena se te ha quedado también en un par de alusiones, que apenas se refieren al agobio de las playas plagadas de vendedores… Dos, tres, cincuenta Colombias superpuestas, y sensaciones diversas que ya no vas a explicar, porque la vida sigue y porque tú también sigues sin saber muy bien qué haces aquí ni por qué insistes… Diversifiquemos pues las lenguas bífidas, o sugiramos lecturas como la que ahora te ocupa, recién traída de allá y totalmente desconocida hasta la ocasión y los estantes de las librerías colombianas: Los cortejos del diablo, de Germán Espinosa, novela de 1970 centrada en la Cartagena colonial e inquisidora (una de las dos sedes americanas), con un juego de voces y personajes que por momentos te recuerda al mejor Julián Rios, suavizado su lenguaje por lo terrorífico de las situaciones, el zumbar de los brujos voladores en pos del Gran Cabro, y la realidad escondida tras los siglos… En España se prohibió el libro “por cuestionar la Hispanidad”. Excelente ocasión, pues, para leerlo, con el ruido de fondo de los héroes defensores de banderas, monarquías y demás esencias patrias sacadas de quicio, sensatez e inteligencia.

9 Comments:

Blogger Margot said...

No suena nada mal ese libro... como este otoño que nos trae y nos lleva, no sé a ti pero a mí de cabeza, ays.

Te diría lo que opino de la hispanidad pero como ya lo sabes mejor me callo. Y por bandera las palabras así que ni se te ocurra cuestionarte nada!! jeje

Un beso y olor a café, el de la tarde.

6:11 p. m.  
Blogger Miss.Burton said...

Qué recuerdos tan bonitos....hechos cenizas por el paso del tiempo y la realidad aplastante. Ese libro tiene mucho de valiente, y sí, debería ser lectura obligada. Además, todo lo que se prohibe, siempre es por algo... siempre es porque cuenta algo que nos obliga a cuestionarnos los pasos que damos, siendo así, te dejo con su lectura, y tu evolución preciosa, después de esta.
Un besazo¡

11:11 p. m.  
Blogger Cronopio444 said...

¡Ya lo estoy acabando, Marga!: brujas y brujazas revolotean en torno a mi cabezota! Otoño y traslados: ¡hojas que caen! De la hispanidad: ver próximo blog que acabo de preparar. Besos con, todavía, el té del desayuno entre los labios...

Gracias por tu visita, delirium, y a cuestas con todas las prohibiciones. Besos.

9:21 a. m.  
Blogger Margot said...

Ummm lo de brujas... por qué lo dices? jajaja.

Lo espero impaciente!

Besos cayendo pero sin trompetazo

11:43 a. m.  
Blogger Audrey said...

¿Alma de reportero? Yo ando jodida de tiempo en la revista de viajes...

7:10 p. m.  
Blogger Cronopio444 said...

Bueno, audrey, reportero, reportero no exactamente... Algún jueguecillo de memorias mezcladas y poco más... Gracias por tu visita, y que los tiempos se te mejoren...

7:27 p. m.  
Blogger Isabel Segura B. said...

Habré de buscar el libro, para recrearme entre letras prohibidas, esas que tanto y tanto me gustan.
He saboreado esa mezcla tan tuya de estanterías, platanales y cafetales azotados por la sinrazón del mundo.
Saludos.

7:42 p. m.  
Blogger MaLena Ezcurra said...

Me gusta Colombia desde tu tinta, es otra, que bueno tener difentes miradas sobre la misma cosa.
El tema de la hispanidad es aún fuerte por estos pagos míos.

Tomemos ese café que vale oro.
Besos Cronopín, esparcidos desde mi casa a la tuya.

1:01 p. m.  
Blogger Cronopio444 said...

Vale la pena el libro, Isa... Me faltanm unas páginas y, como le decía a Marga, las brujas obsesivas en la mente del Inquisidor zumban sobre sus escobas se diría que a reacción... Y es que, sí, no hay nada como mezclarlo todo, bien agitadito... Saludillos.

Venga ese café, Malena, y, ya puestos unas arepitas, con queso, que saben más ricas... Y sigamos intercambiando miradas, que del intercambio irán saliendo las transformaciones necesarias... Grandes besos.

6:20 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home